La importancia de conocer nuevos lugares
Viajar significa conocer, significa aprender, significa cambiar.
Viajar significa aportar a uno mismo lo valioso del mundo: momentos, experiencias y recuerdos.
Momentos que por más que pase el tiempo no se borran, y nos ponen en duda si el tiempo en verdad transcurre o no. Recuerdos que se registran en un mejor lugar que en una foto, un lugar más bonito que algo material. Experiencias que nos enseñan y determinan nuestra manera de ser y completan.
Viajando, aprendes sin estudiar alguna teoría. Moverse es una de las armas más poderosas que los humanos poseen, sobretodo si se trata de salir de la zona de confort. Explotar esa posibilidad de enriquecernos, teniendo en cuenta que los momentos, las experiencias, los recuerdos que se consiguen viajando, es lo más valioso que una persona puede tener. Lo inmaterial se vuelve parte de ti, de lo que eres.
Al conocer nuevos lugares nos enriquecemos, no con posesiones materiales, sino que se refiere a algo externo a nosotros mismos. Al conocer lugares, poseemos la esencia del mismo, no la materia. Se puede decir que llegamos a poseer sus cualidades y rasgos esenciales, sin que hagamos de ese lugar, físicamente nuestro.
Viajar significa aportar a uno mismo lo valioso del mundo: momentos, experiencias y recuerdos.
Momentos que por más que pase el tiempo no se borran, y nos ponen en duda si el tiempo en verdad transcurre o no. Recuerdos que se registran en un mejor lugar que en una foto, un lugar más bonito que algo material. Experiencias que nos enseñan y determinan nuestra manera de ser y completan.
Viajando, aprendes sin estudiar alguna teoría. Moverse es una de las armas más poderosas que los humanos poseen, sobretodo si se trata de salir de la zona de confort. Explotar esa posibilidad de enriquecernos, teniendo en cuenta que los momentos, las experiencias, los recuerdos que se consiguen viajando, es lo más valioso que una persona puede tener. Lo inmaterial se vuelve parte de ti, de lo que eres.
Al conocer nuevos lugares nos enriquecemos, no con posesiones materiales, sino que se refiere a algo externo a nosotros mismos. Al conocer lugares, poseemos la esencia del mismo, no la materia. Se puede decir que llegamos a poseer sus cualidades y rasgos esenciales, sin que hagamos de ese lugar, físicamente nuestro.
Conocemos intelectualmente algo, entonces conocer es cuando nos apropiamos del mundo que nos rodea y mientras más conocemos, más grande es nuestro mundo mental. Mientras más lugares conocemos, nuestra captación del entorno es mayor, nuestra mente se expande y le agregamos valor a las sensaciones que surgen en cada lugar.
La experiencia de conocer es un proceso donde se invierte aspectos biológicos, culturales, mentales, sociales e históricos. Es por ello que el “conocer” no se puede disociar de la vida humana, pues es una necesidad para la persona, ya que a partir del conocimiento la persona puede orientarse, decidir y actuar.
Aprendemos distintas formas de interpretar la realidad, de manera que nuestra supervivencia se fortalece. Al conocer, tu energía hace sinergia con el ambiente. Nunca van a dejar de haber lugares por conocer. Quien conoce, gana algo.
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